Según un informe del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), en el último año cerraron el 4,5% de los tambos. Desde 1988, se perdieron unos 20.000 establecimientos. También se redujo a un piso la cantidad de vacas en ordeñe.
Un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) deja en claro la situación dramática que atraviesa la lechería argentina, y que se refleja en el continuo cierre de establecimientos productivos.
En base al informe “Distribución de Existencias Bovinas en Establecimientos con actividad de tambo por categoría”, que anualmente elabora el Senasa al 31 de marzo, OCLA determinó que la cantidad de tambos se redujo el último año un 4,5%.
En total, en el país habría –según estos datos– 9.735 unidades productivas registradas, cuando un año antes eran 10.197.
Así, por primera vez en al menos 40 años, la cantidad de tambos perforó la barrera de los 10.000 y la comparación en una línea larga histórica muestra que son 5.000 menos que los que había a principios de siglo, y 20.000 menos que en 1998, cuando superaban los 30.000.
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