La cooperativa fundada en 1966 por 24 productores de cerdos de la región de Bretaña, en Francia, Cooperl, ha puesto en acción los principios de la economía circular para convertir los desechos de animales en biogás, biofertilizantes y algas con fines nutricionales.
En la actualidad, Cooperl está integrada por alrededor de 2.700 productores de cerdo, en su mayoría granjas familiares que no sobrepasan las 200 madres, facturando unos 2.000 millones de euros al año y empleando a 7.200 personas.
Enfocado en la bioeconomía circular, el objetivo principal de Cooperl es beneficiarse de una agricultura sin residuos.
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