El cultivo se consolida como proveedor de servicios ecosistémicos esenciales. Al resistir el frío, las plagas y las malezas, es una buena opción para las rotaciones agrícolas, y su alto rendimiento en aceite lo hace ideal para producir biocombustibles sustentables.
(SLT-FAUBA) Camelina sativa es un cultivo de servicio y de renta que está ganando relevancia en la Región Pampeana. Su ciclo es muy corto, cubre rápido el suelo en invierno y sus granos se cosechan para producir biocombustibles. Un estudio académico mostró que compite con las malezas mejor que otros cultivos, que resiste bien el frío, las plagas y las enfermedades, y que mejora la ‘salud’ del suelo, haciéndolo menos denso y más poroso. Lo destacan para hacer más sostenibles las rotaciones agrícolas.