Quiero focalizarme en oportunidades, el vaso lleno como se dice. Hace tiempo en las actividades agrícolas y ganaderas, por englobarlas en solamente dos grandes grupos, han comenzado muchos cambios, en todos los niveles, y hasta desde lo semántico.
Se puede decir que el primero que comenzó a promover en la Argentina las actividades productivas de una manera planificada y programada, hablando de hasta “rotar los cultivos” y “cuidar los recursos” fue Manuel Belgrano, que en 1813, siendo el primer secretario de Comercio Interior como tal, hablaba de estas cosas. Es por ello que podríamos decir que, si queremos calendarizar, que desde 1813 ya se hablaba de agricultura.Desde ese momento la agricultura y la industria tenían caminos separados y diría hasta la aparición de la siembra directa – como hito disparador de un cambio profundo en la forma de producir – en la Argentina, allá por 1990, donde ya comenzaba a sonar la biotecnología como ciencia de cambio y aportes fundamentales en distintas industrias comienza la etapa de la unión de caminos. Con el correr de los años ya se comenzó a hablar de una denominación que resultaba difícil de separar de