El INTA realizó un estudio de modelos silvopastoriles en 13 provincias argentinas donde se demostró que los bosques tuvieron una mayor resiliencia ante eventos climáticos extremos, comparados con los sistemas tradicionales de pastoreo.
Los sistemas silvopastoriles se caracterizan por combinar pasturas, árboles y animales en una misma unidad de superficie, en medio de bosques, lo que promueve interacciones que generan efectos positivos.
De hecho, un reciente estudio realizado en 13 provincias argentinas demostró que los árboles favorecen el crecimiento de los pastos a pesar de la falta de agua en el suelo, lo que deriva en un beneficio para el ganado que pastorea en esos sistemas productivos.
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