La Argentina está organizada institucionalmente con tres poderes. El judicial con una Corte de Justicia. El ejecutivo Unipersonal elegido en una o doble vuelta.
El legislativo Bicameral. La cámara de Diputados se renueva por mitades cada dos años y la de Senadores se renueva por tercios cada tres años. De esta forma, puede resultar (así es ahora) que el Presidente sea elegido (en segunda vuelta) por una mayoría que no tiene la misma representación parlamentaria. Las leyes tienen su propia mecánica de sanción y el ejecutivo el poder vetarlas parcial o totalmente.
El Congreso con rechazo de un tercio de una de las Cámaras o la aprobación de las dos puede insistir en su sanción. Queda luego para vetarla el camino judicial.