En la Argentina hace tiempo que se perdió la noción de conceptos como mediano y largo plazo. Ahora no sólo descuidamos el corto plazo, sino que profundizamos el “parche sobre parche”, con medidas que responden únicamente a las urgencias coyunturales. El “vamos viendo” del día a día es una torpeza que pone en evidencia el desconocimiento de los vasos comunicantes que caracterizan al sector agroindustrial.
El agro, en el sentido amplio, es la cadena de valor que mejor funciona en el país a pesar de todas las restricciones que padece: políticas, de infraestructura precaria, alta incertidumbre y comunicaciones imperfectas.