En 1931, el legendario ex primer ministro británico, Winston Churchill predijo que «con un mayor conocimiento de lo que se llama hormonas, es decir, los mensajeros químicos en nuestra sangre, será posible controlar el crecimiento. Escaparemos el absurdo de cultivar un pollo entero para comernos solo el pecho o las alas, cultivando estas partes por separado bajo un medio adecuado».