Mientras crecen los casos de violencia y daños a la propiedad privada en zonas rurales sin que, hasta el momento, se haya escuchado alguna interpretación oficial de parte de las autoridades sobre semejante tendencia; también se multiplican en igual proporción las versiones de supuestos planes de “rescate” de empresas privadas en problemas por parte del Estado Nacional lo que en algún sentido resulta contradictorio.