La debacle de Vicentín empezó a hacerse visible el 4 de diciembre pasado, cuando cuatro días antes del cambio de gobierno, admitió que se encontraba en un estado de «estrés financiero» y que no podía hacer frente al pago de 350 millones de dólares
La debacle de Vicentín empezó a hacerse visible el 4 de diciembre pasado, cuando cuatro días antes del cambio de gobierno, admitió que se encontraba en un estado de «estrés financiero» y que no podía hacer frente al pago de 350 millones de dólares